viernes, 1 de mayo de 2009

Virrey

Somos voraces porque los sueños son los asilos de nuestro futuro.


Sentado en las escaleras que cierran el edificio donde tantos años pasé, intento imaginar mi futuro. Nada de lo que soñé se parece a lo que recuerdo. Nada de lo que ahora tengo resistirá el paso del tiempo.

“Dejar reposar el instante justo los aromas de la leña. Servir desnudo”