Vivir en grupo, necesidades, y a medida que pasa el tiempo, más solitario, necesidades también, casi siempre irremediables.
Después del mar, la tierra, y después, el mar…
Cuántas veces en el mismo camino, me he sentido distinto.
Pensé que abrir el puño que retenía mis lamentos
me devolvería un poco de paz;
pero el dolor y la memoria siguen caminos diferentes.
Retirar del horno a cuatro veces cincuenta grados menos diez, cuando las patatas sean cebollas y manzanas.