viernes, 6 de febrero de 2009

Gambas

Ojos saltones, grandes bigotes y querencia por los sitios poco iluminados; como un abuelo con catarata, olor a prensa manoseada y partida de mus.




Puertas a la universidad. Mientras camino hacia amigos y vacaciones hago recuento de números:

Cinco vientre, 3500 avispas,
un solo movimiento
multiplica y mezcla
los colores y las voces
en un instante
del que nacen mil niños
de mil formas diferentes.


Siete manos sostienen la pared
mientras la realidad gira atada
a las muñecas,
y la pobreza se precipita
en posos como llantos desde
el fondo de las botellas de vino.


“Enfriar en hielo, agua y sal, en grupos de diez, después de un instante de hervor”

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